Frases de Henry Miller

Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas

El líder real no tiene necesidad de liderar, está contento con señalar el camino.

La monogamia es como estar obligado a comer papas fritas todos los días.

Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia.

Cada hombre tiene su propio destino: el único imperativo es seguirlo, aceptarlo, sin importar a dónde lo lleve.

Fomentar el interés por la vida como usted lo ve, la gente, las cosas, la literatura, la música - el mundo es tan rico, simplemente palpitando con ricos tesoros, hermosas almas y gente interesante. Olvídate de ti mismo.

Lo que habrá de progresar en la vida no viene a través de la adaptación, sino por atreverse.

Lo que no es en la calle abierta es falsa, derivada, es decir, la literatura.

Siempre he considerado la decadencia de ser tan maravillosa y rica expresión de la vida como el crecimiento.

Si estamos siempre llegan y salen, también es cierto que estamos anclados eternamente. Uno de destino no es un lugar sino una nueva forma de ver las cosas.

Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.

El hombre que está siempre preocupado por la condición de la humanidad o bien no tiene sus propios problemas o se ha negado a enfrentarse a ellos.

Si los hombres dejan de creer que algún día se convertiría en dioses, entonces seguramente se convertirá en gusanos.

Cuando usted sabe lo que los hombres son capaces de maravillarse que ni en su sublimidad ni su vileza. No hay límites en ambas direcciones al parecer.

Para vivir sin matar es un pensamiento que podría electrificar el mundo, si los hombres sólo eran capaces de permanecer despierto el tiempo suficiente para que la idea penetre en su interior

Lo que distingue a la mayoría de los hombres de los pocos es su capacidad para actuar de acuerdo a sus creencias.

Confusión es una palabra que hemos inventado para algo que aún no se entiende.

Nueva York tiene una vitalidad de martillo que te vuelve loco de inquietud si no tienes un estabilizador interior.

En lo único en lo que he insistido con todos mis amigos, independientemente de la clase o posición social en la vida, es poder hablar con sinceridad. Si no puedo ser abierto y franco con un amigo, o él conmigo, lo dejo.

En el momento en que uno presta atención a cualquier cosa, incluso a una brizna de hierba, se convierte en un mundo misterioso, impresionante, indescriptiblemente magnífico en sí mismo.

El caos es la partitura en la que está escrita la realidad.

Todo crecimiento es un salto en la oscuridad, un acto espontáneo no premeditado sin el beneficio de la experiencia.

Ciertamente el paraíso, lo que sea, donde sea que esté, contiene defectos. Si no fuera así, sería incapaz de atraer los corazones de los hombres o de los ángeles.

Nuestro propio cuerpo físico posee una sabiduría de la que carecemos los que habitamos el cuerpo. Le damos órdenes que no tienen sentido.

Lo único de lo que nunca tenemos suficiente es amor; y lo único que nunca damos suficiente es amor .

Vivimos al borde de lo milagroso.

El caos es la puntuación sobre la cual se escribe la realidad.

Ninguna luna plateará nunca su apatía.

Te encuentras por casualidad con un viejo amigo, le haces señas desde tu nueva posición elevada y, si no las comprende, pasas de largo, para siempre.

Si nos volvemos hacia una realidad más grande, es una mujer quien nos tendrá que enseñar el camino. La hegemonía del macho ha llegado a su fin. Ha perdido contacto con la tierra.

Emanaban de mí vibraciones, alusiones, matices que cargaban la atmósfera desagradablemente.

Hay que darle un sentido a la vida, por el hecho mismo de que carece de sentido.

La finalidad de la vida es vivir, y vivir significa estar consciente, gozosa, ebria, serena, divinamente consciente.

Nadie es lo suficientemente pequeño o pobre para ser ignorado.

La única cosa de la que nunca tenemos demasiado es el amor, y la única cosa que nunca damos demasiado es el amor.

Las flores delicadas son las primeras que perecen en una tormenta.

Si a las dificultades las llamas experiencias y recuerdas que cada una te ayuda a madurar, crecerás fuerte y feliz, sin importar lo difícil que parezcan las circunstancias.

Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.

No hay salvación en adaptarse a un mundo que está loco.