Frases de Giovanni Papini

Fue un escritor italiano. Inicialmente ateo y escéptico, posteriormente pasó a ser un fervoroso católico.

Quiero saberlo todo. Y siempre me encuentro como antes, triste como la vida y resignado como la sabiduría.
Todo hombre paga su grandeza con muchas cosas pequeñas, su victoria con muchas derrotas, su riqueza con múltiples quiebras.
Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar.
Para amar a los hombres es preciso abandonarlos de cuando en cuando. Lejos de ellos, nos acercamos a ellos.
El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.
Los astutos vencen siempre en el primer momento y suelen ser vencidos antes del fin.
Temo a un solo enemigo que se llama, yo mismo.
Todos los hombres buscan una recompensa. Nadie hace nada por nada.
La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde.
Los groseros yerran casi siempre en sus pensamientos. La senzillez es una fuerza que vence todas las astucias.
En todos los grandes hombres de ciencia existe el soplo de fantasía.
Una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla.
Un hombre solo no puede aplaudir; el entusiasmo requiere número y fraternidad.
Todo hombre no vive más que por lo que espera.
El dinero es el estiércol del diablo.