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Frases de Giacomo Leopardi

Frases de Giacomo Leopardi

Fue un poeta, filósofo, filólogo y erudito italiano del Romanticismo.

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  • Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son.



  • ¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!



  • No hay nada más raro en el mundo que una persona a la que siempre podamos tolerar.



  • Para la felicidad son menos nefastos los males que el aburrimiento.



  • No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo.



  • La sinceridad puede agradar cuando es usada con arte o cuando, por su rareza, no logra crédito.



  • La vejez es mala porque priva al hombre de todos los placeres dejándole los apetitos.



  • La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo.



  • La razón es enemiga de toda grandeza [...] Las cosas que llamamos grandes suelen salirse de lo ordinario y como tales entrañan cierto desorden: pues bien, la razón condena ese desorden.



  • Confiad en los que se esfuerzan por ser amados; dudad de los que sólo procuran parecer amables.



  • La astucia, que es parte del ingenio, se usa muchas veces para suplir la escasez de éste.



  • Dícese con poca propiedad que el aburrimiento es un mal común. Podrá ser común el estar desocupado u ocioso, pero no aburrido. El fastidio no cabe sino en aquellos que no tienen espíritu.



  • El hastío es, en cierta manera, el más sublime de los sentimientos humanos.



  • Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.



  • El mejor modo de ocultar a otros los límites del propio saber está en no traspasarlos.



  • No hay cosa tan refractaria a la compasión como el ver a un desgraciado a quien la adversidad no ha podido mejorar en algo y que no ha aprendido nada de las lecciones del infortunio, maestro supremo de la vida.



  • Toda operación de nuestro espíritu tiene su origen inevitable en el egoísmo.



  • Yo no llamo malvado propiamente al que peca, sino al que peca o pecaría sin sentir remordimiento.