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Frases de George Herbert

Frases de George Herbert

Fue un poeta, orador y sacerdote inglés.​

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  • Vivir bien es la mejor venganza.



  • El diablo se divide el mundo entre el ateísmo y la superstición.



  • Atrévete a decir la verdad: nada puede necesitar una mentira, ni siquiera una falla.



  • Aprendemos haciendo.



  • El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas.



  • No frecuentes las malas compañías, no sea que aumente su número.



  • El que no sabe nada no duda de nada.



  • El mejor amigo es un viejo amigo.



  • Debes perder una mosca para atrapar una trucha.



  • Atrévete a ser verdad. Nada puede necesitar una mentira, una falta que más lo necesita, crece dos por el mismo.



  • La guerra hace ladrones y la paz los cuelga.



  • Toma todo lo que está considerando si la riqueza, el amor o el idioma, no es por el error y con una buena digestión todo se puede dar vuelta a la salud.



  • La juventud vive de la esperanza; la vejez del recuerdo.



  • No habría grandes hombres, si no hay más pequeños.



  • La indignación moral no es más que envidia con aureola.



  • El mezquino lleva en sí su propio infierno.



  • Dulce primavera, llena de dulces días y de rosas. Una caja donde yacen los dulces compactos.



  • Alabado sea el mar, pero mantente firme en la tierra.



  • El sabio tiene un pie en la tierra y otro en el mar.



  • La gula mata más que una espada.



  • Un buen corazón no puede mentir.



  • Trabajar y hacer un fuego requiere discreción.



  • Es parte de un pobre espíritu subestimarse y sonrojarse.



  • Atrévete a hacer la verdad. Nada puede necesitar una mentira.



  • Haz buena compañía, y serás del número.



  • Muéstrame un mentiroso y te mostraré un ladrón.



  • La habilidad y la confianza son un ejército no conquistado.



  • La oración debe ser la llave del día y la cerradura de la noche.



  • Bien huele el fuego aquel cuyas vestiduras arden.



  • Tronco torcido hace fuego derecho.



  • Las buenas palabras valen mucho y cuestan poco.



  • Ama a tu vecino, pero no derribes vuestra verja.



  • El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.



  • La juventud vive de sueños; la vejez, de recuerdos.



  • Sirve al imprevisto como el sol al verano.