Skip to main content

Frases de Friedrich Schiller

Frases de Friedrich Schiller

Fue un poeta, dramaturgo, filósofo, historiador y editor alemán.

0


  • No existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas.



  • Solamente aquellos que tengan la paciencia de hacer a la perfección lo trivial, podrán adquirir el hábito de ejecutar lo difícil con facilidad.



  • En lo que parecemos, todos tenemos un juez; en lo que somos, nadie nos juzga.



  • La palabra es libre; la acción muda; la obediencia ciega.



  • Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria.



  • La voluntad del hombre: he ahí su felicidad.



  • Nada hay tan alto adonde el hombre esforzado no pueda apoyar su estala.



  • Vivir es soñar; ser juicioso es soñar agradablemente.



  • Lo viejo se derrumba, los tiempos cambian y sobre las ruinas florece una nueva vida.



  • Haciendo el bien, cultivas la planta divina de la humanidad; creando algo bello; siembras el germen de la divinidad.



  • Haz el bien, y así nutrirás la planta de la Humanidad; crea la belleza, y con ello sembrarás la semilla de la Divinidad misma.



  • No existe el azar; aquello que parece una ciega acometida surge directamente de fuentes muy profundas.



  • El que medita demasiado realizará muy pocas cosas.



  • Pone alma también en el goce, ingenio en la necesidad, gracia incluso en la fuerza, y en la grandeza corazón.



  • El hombre más bueno no podrá vivir en paz, si no es del agrado de su vecino.



  • Hablar con mucha cortesía a veces conquista y otras empalaga.



  • Los dioses de la venganza obran en silencio.



  • El día sigue a la noche cerrada, y cuando viene el tiempo, maduran hasta los más tardíos frutos.



  • El mes de mayo de la vida florece una vez y no más; ¡para mí ya pasó la floración!



  • Si quieres inmunizarte contra la adversidad, suplica a los dioses invisibles que con tu felicidad mezclen también el sufrimiento.



  • En un naufragio, el que se encuentra solo, se vale más fácilmente.



  • La vida es el único bien de los malos.



  • Hay ciertos espíritus perversos que hacen irrupción en el pecho indefenso del hombre y momentáneamente lo ocupan.



  • El deber de la mujer hacia el mundo es la obediencia, y la dura paciencia, su grave destino; ella debe purificarse en un riguroso servicio.



  • No es la vida el más grande de los bienes, y el mayor de los males es la culpa.



  • Este peca de tímido, aquél de osado; sólo el genio sabe ser en la serenidad osado, piadoso en la libertad.