Frases de Franklin D. Roosevelt

Fue un político y abogado estadounidense que alcanzó a ejercer como el trigésimo segundo presidente de los Estados Unidos.

El pueblo de Estados Unidos está de acuerdo en defender sus libertades a cualquier precio, y la primera línea de esa defensa radica en la protección de la seguridad económica.
Es de sentido común tomar un método y probarlo. Si falla, admítelo con franqueza e inténtelo con otro. Pero sobre todo, prueba algo.
Nunca subestimes a un hombre que se sobreestima a sí mismo.
Una nación que destruye sus suelos se destruye a sí misma. Los bosques son los pulmones de nuestra tierra, purificando el aire y dando nueva fuerza a nuestra gente.
Es posible que no podamos preparar el futuro para nuestros hijos, pero al menos podemos preparar a nuestros hijos para el futuro.
Lo único a lo que le debemos temer miedo es al miedo en sí.
Contamos, en el futuro como en el pasado, con el poder impulsor de la iniciativa individual, con el incentivo de un beneficio privado justo, fortalecido, por supuesto, con la aceptación de esas obligaciones para el interés público que descansan sobre todos nosotros.
La verdadera libertad individual no puede existir sin seguridad económica e independencia. Las personas que tienen hambre y están sin trabajo son las cosas de las que se hacen dictaduras.
Esos periódicos de la nación que más clamaron la dictadura en mi contra habrían sido los primeros en justificar el comienzo de la dictadura de otra persona.
Le digo solemnemente al pueblo estadounidense que Estados Unidos nunca sobrevivirá como un feliz y fértil oasis de libertad rodeado de un cruel desierto de dictadura.
Si podemos sacarnos de esta depresión, esa palabra será consagrada en los corazones del pueblo estadounidense en los años venideros.
El verdadero conservador es el hombre que tiene una verdadera preocupación por las injusticias y piensa en el día del juicio final.
La confianza … prospera en la honestidad, en el honor, en lo sagrado de las obligaciones, en la protección fiel y en el desempeño desinteresado.
La amabilidad humana nunca ha debilitado la resistencia ni suavizado la fibra de un pueblo libre. Una nación no tiene que ser cruel para ser dura.
Este es el momento oportuno de decir la verdad, toda la verdad, con franqueza y valentía.
El interés es el enemigo de todos los afectos verdaderos.
No tenemos nada que temer excepto el miedo mismo.