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Frases de Francisco de Quevedo

Frases de Francisco de Quevedo

Fue un escritor español del Siglo de Oro.

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  • Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo.



  • Muchos son los buenos, si se da crédito a los testigos; pocos, si se toma declaración a su conciencia.



  • Ordinariamente las dichas han venido sin desearse; ordinariamente, las desgracias han sucedido sin temerse.



  • Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad.



  • No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada.



  • Cortos son los confines de la resignación a la hipocresía.



  • Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.



  • El mayor de los atrevimientos es hijo del mayor de los temores.



  • Mala cosa cuando en el ánimo se representa la temeridad con rostro de valentía, y la cordura con rostro de cobardía.



  • Ninguna cosa despierta tanto el bullicio del pueblo como la novedad.



  • Pocos oyen murmurar de otro, que no les parezca poco lo que oyen y verdad lo que creen.



  • Lo que en la juventud se aprende, toda la vida dura.



  • (El interés) nació en el Universo por mantenerle, y después destruyó el universo.



  • El rico come, el pobre se alimenta.



  • La enfermedad más peligrosa, después del doctor, es el testamento: más han muerto porque hicieron testamento, que porque enfermaron.



  • El que me niega lo que no merezco,me da advertencia, no me quita nada;que en ambición sin méritos premiada,más me deshonro yo que me enriquezco.



  • La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.



  • Hay muchos que siendo pobres merecen ser ricos, y en siendo ricos merecen ser pobres.



  • El ocio es la pérdida del salario.



  • Y todo lo juraba por su conciencia, aunque yo pienso que conciencia en mercader es como virgo en cantonera, que se vende sin haberle.



  • Ya veo que la intención es madre de las acciones, y que siendo aquélla mala, es imposible sean éstas buenas: luego, mal puede obrar nunca bien quien siempre tiene dispuesta su intención para hacer mal.



  • La mejor señal de ser bueno es ni temer ni deber, y la mayor de la maldad es ni temer ni pagar.



  • Cuando el diablo predica, el mundo se acaba.



  • En la obediencia está la paz de todas las cosas; a Dios primero, a la razón y a la justicia.



  • Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez.