Frases de Fernando Pessoa
Fue un escritor portugués, especialmente reconocido por sus heterónimos: Alberto Caeiro, Alexander Search, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis.
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Con una falta tal de gente con la que coexistir, como hay hoy, ¿qué puede un hombre de sensibilidad hacer, sino inventar sus amigos, o cuando menos, sus compañeros de espíritu?
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Aquello que, creo, produce en mí el sentimiento profundo, en que vivo, de incongruencia con los demás, es que la mayoría piensa con la sensibilidad y yo siento con el pensamiento.
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Como si cada beso Fuera de despedida, Cloé mía, besémonos, amando. Tal vez ya nos toque En el hombro la mano que llama A la barca que no viene sino vacía; Y que en el mismo haz Ata lo que fuimos mutuamente Y la ajena suma universal de la vida.
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El valor de las cosas no es el tiempo que duran, sino la intensidad con la que se producen. Por eso hay momentos inolvidables y personas únicas.
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Nosotros, todos los que vivimos, tenemos una vida que es vivida y otra vida que es pensada, y la única vida que tenemos es aquella que está dividida en bien y mal.
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Ninguna idea inteligente puede ganar aceptación general a menos que alguna estupidez se mezcle con ella.
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Entre la vida y yo hay un cristal tenue. Por más claramente que vea y comprenda la vida, no puedo tocarla.
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Amo como ama el amor. No conozco otra razón para amar que amarte. ¿Qué quieres que te diga, además de que te amo, si lo que quiero decirte es que te amo?
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¿La dulzura del pasado? El recordarlo, puesto que recordarlo es hacerlo presente y no lo es ni ya lo puede ser —el absurdo, mi amor, el absurdo.
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El amor más grande es, por tanto, la muerte o el olvido, o la renuncia, todos los amores que son otros tantos absurdiandos del amor.
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La función última de la crítica es que satisfaga la función natural de desdeñar, lo que conviene a la buena higiene del espíritu.
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¿Pero qué es un anarquista? Es un sublevado contra la injusticia de que nazcamos desiguales socialmente; en el fondo es sólo eso.
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Tener opiniones es estar vendido a uno mismo. No tener opiniones es existir. Tener todas las opiniones es ser poeta.
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Tengo el deber de encerrarme en la casa de mi espíritu y trabajar cuanto pueda y en todo cuanto pueda para el progreso de la civilización y el ensanchamiento de la conciencia de la humanidad.
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