-
Se trata, por lo general, en la temporada de la prosperidad que los hombres a descubrir su verdadero carácter, principios y diseños.
-
-
Está ordenado en la constitución eterna de las cosas, que los hombres de mentes intemperantes no pueden ser libres. Sus pasiones forjan sus grilletes.
-
-
-
-
-
Hay una sabiduría valiente; También hay una falsa prudencia de reptiles, resultado no de precaución sino de miedo.
-
-
-
Agradar cuando se recaudan impuestos y ser sabio cuando se ama son virtudes que no han sido concedidas a los hombres.
-
Todo lo que se necesita para que el mal tenga éxito es que los hombres buenos no hagan nada, como deben hacer si creen que no pueden hacer nada. No hay nada peor porque el consejo de la desesperación es la declaración de irresponsabilidad; es Pilatos lavándose las manos.
-
-
-
-
La religión es esencialmente el arte y la teoría de la reconstrucción del hombre. El hombre no es una creación acabada.
-
-
-
-
Si ordenamos nuestra riqueza, seremos ricos y libres. Si nuestra riqueza nos ordena, seremos pobres de hecho.
-
La buena compañía, la conversación animada y el cariño de la amistad llenan la mente de gran placer.
-
-
-
-
-
-
-
Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
-
-
-
-
-
-
La hipocresía puede permitirse el lujo de ser magnífica en sus promesas, porque nunca pretender ir más allá de lo prometido.
-
-
En esta elección de la herencia hemos dado a nuestro marco político la imagen de un parentesco de sangre; vinculando la constitución de nuestro país con nuestros más queridos lazos domésticos; adoptando nuestras leyes fundamentales en el seno de nuestros afectos familiares; manteniendo inseparables y apreciando con el calor de todas sus caridades combinadas y mutuamente reflejadas, nuestro estado, nuestros hogares, nuestros sepulcros y nuestros altares.
-
-
La libertad, y no la esclavitud, es el antídoto de la anarquía; de la misma manera que la religión, no el ateísmo, es el verdadero remedio de la superstición.
-
-
El Gobierno es una invención de la sabiduría del hombre para subvenir a las necesidades humanas. Los hombres tienen derecho a que estas necesidades les sean satisfechas.