Frases de Denis Diderot

Es simple: solo haz que ocurra.

El trabajo tiene, entre otras ventajas, la de acortar los días y alargar la vida.

No arrepentirse ni hacer reproches a los demás, son los pasos de la sabiduría.

Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.

No basta con hacer el bien: hay que hacerlo bien.

Tienes que hacer que ocurra.

El mejor doctor es aquel al que sales corriendo a buscar y no puedes encontrar.

Es tan arriesgado creerlo todo como no creer nada.

La ignorancia está más cerca de la verdad que el prejuicio.

La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio.

La gratitud es una carga, y toda carga está hecha para ser sacudida.

Se habla sin cesar contra las pasiones. Se las considera la fuente de todo mal humano, pero se olvida que también lo son de todo placer.

Se dice que el deseo es un producto de la voluntad, pero lo contrario es de hecho cierto: la voluntad es un producto del deseo.

Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control.

Todo hombre tiene su dignidad. Estoy dispuesto a olvidar el mío, pero a mi propia discreción y no cuando alguien más me lo diga.

Del fanatismo a la barbarie hay un solo paso.

¿No será preferible crear ingratos que dejar de hacer el bien? (Hay hombres que se creen sabios cuando su locura dormita.

Sólo las pasiones, las grandes pasiones, pueden elevar el alma hacia grandes cosas.

El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla.

Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso.

No hay más soberano legítimo que la nación; no puede haber más legislador legítimo que el pueblo.

Somos mucho más propensos a captar los vicios que las virtudes de nuestros asociados.

El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.

Todas las ciencias abstractas no son más que el estudio de las relaciones entre los signos.

La cordura no es otra cosa que la ciencia de la felicidad.

El hombre más feliz es el que hace la felicidad del mayor número de sus semejantes.

Las frases concisas son como clavos afilados que clavan la verdad en nuestra memoria.

Todos quieren tener amigos y nadie quiere serlo.