Frases de Dante Alighieri

En la iglesia, con los santos, y en el figón, con los comilones.

No hay mayor dolor que recordar en la desgracia el tiempo en que eramos felices.

La naturaleza es el arte de Dios.

El vino siembra poesía en los corazones.

No existe aflicción mayor que cuando en tiempos de miseria recordamos cuando éramos felices.

Tanto es gentil el porte de mi amada, tanto digna de amor cuando saluda, que toda lengua permanece muda y a todos avasalla su mirada.

No menos que el saber me place el dudar.

No hay mayor tristeza que recordar, cuando estas en la miseria, un tiempo feliz.

Tenga en cuenta su origen: no fue hecho para vivir como un bruto, sino para seguir la virtud y el conocimiento.

Si no moderas tu orgullo, será tu mayor castigo.

La humanidad se encuentra en la mejor situación cuando posee el más alto grado de libertad.

El orgullo, la envidia, la avaricia, son las chispas que encienden en fuego los corazones de todos los hombres.

Que no se puede absolver al que no se arrepiente, ni arrepentirse y querer es posible pues la contradicción no lo consiente.

Busca la libertad, don tan preciado como sabe quien por ella dé la vida.

El orgullo, la envidia, la avaricia - estas son las chispas que han prendido fuego a los corazones de todos los hombres.

El calor no puede separarse del fuego, ni la belleza del Eterno.

Vuestra fama es como la flor; que brota y muere; y la marchita el mismo sol que la hizo nacer de la acerba tierra.

No se alcanza la fama reclinado en blanda pluma, ni al abrigo de colchas.

Orgullo, envidia, avaricia: estas son las chispas que han encendido los corazones de todos los hombres.

La avaricia es de naturaleza tan malvada y perversa, que jamás sacia su voraz apetito, y después de comer tiene más hambre que antes.

Sigue tu camino y deja que la gente hable.

El camino al paraíso comienza en el infierno.

En medio del viaje de nuestra vida, me encontré dentro de un bosque oscuro donde se perdió el camino recto.

Y fui informado de esa tortura, que era el infierno de los pecados carnales cuando las razones dan paso al deseo.

Los más sabios son los más molestos por la pérdida de tiempo.

El que ve una necesidad y espera que se le pida ayuda es tan desagradable como si la hubiera rechazado.

No hay mayor dolor que acordarse de los tiempos felices en la desgracia.

El calor no puede ser separado del fuego, ni la belleza de lo eterno.