Frases de Celos

Los celos son una ceguera que arruina los corazones; quejarse y querellarse no representa signos de afecto sino de locura y malestar.
Tú eres de esas personas que llegaste a mi vida para aprender una bonita lección, así que siéntete útil.
La mujer celosa cree todo lo que la pasión le sugiere.
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Los celos son la icteria del alma.

Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
De cualquier forma los celos son en realidad una consecuencia del amor: os guste o no, existen.
El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.
Las mujeres feas son celosas de sus maridos. Las bonitas no tienen tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de los demás...!
Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.
Los celos se nutren de dudas y la verdad los deshace o los colma.
Los celos son una mezcla explosiva de amor, odio, avaricia y orgullo.

Pedir celos es despertar a alguien que está durmiendo.
En los celos hay más amor propio que amor.
Los celos pueden constituir un modo nuevo de probar el amor, más pueden también ofender la dignidad de una mujer perfectamente delicada.
Ligerezas como el aire son para el celoso fuertes confirmaciones, como un testimonio de las Sagradas Escrituras.
Los celos son una falta de estima por la persona amada.

Sólo la incertidumbre mata los celos.
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Lo que hace tan agudo el dolor de los celos es que la vanidad no puede ayudar a soportarlo.
Los celos cuando son furiosos, producen más crímenes que el interés y la ambición.
La mujer celosa en sí no reposa, y al marido siempre le trae afligido.
Porque dicen, amor, que no caminas si los celos no te calzan las espuelas.
Con la perfidia de las mujeres se consigue curar los celos.
Son celos cierto temor tan delgado y tan sutil, que si no fuera tan vil, pudiera llamarse amor.

Los celos se engendran entre los que bien se quieren, del aire que pasa, del sol que toca y aun de la tierra que se pisa.
Que la mujer que, picada, solicita otro galánpor vengarse de su amante, se venga de sí no más.
La esperanza es de los cielosprecioso y funesto don,pues los amantes desveloscambian la esperanzas en celosque abrasan el corazón.
Pensar que ella ahora estaba con alguien más, era como si hubieran extraído todo el oxígeno de la habitación.
El vino trueca la indiferencia en amor, el amor en celos, y los celos en enajenación y locura.
Celos, con celos se curan.
Marido celoso, no come, ni duerme con reposo.
Los celos conservan el amor, del mismo modo que las cenizas conservan el fuego.
La queja, la crítica, los celos, la envidia y la mentira, son las cinco formas más comunes de resistencia a la realidad.
Amor con celos, causa desvelos.
Cuando la ofenden en lo que toca al lecho, nada hay en todo el mundo más sanguinario que ella.

El hombre siente celos cuando está enamorado, y la mujer, aunque no lo esté.
Los celos son el mayor de los males, y el que menos mueve a compasión a la persona que los causa.
Ni siquiera la prueba de lo absurdo de sus sospechas podrá consolar al celoso, porque los celos son la enfermedad de la imaginación.
Los celos destruyen los matrimonios, los celos destruyen las amistades, los celos provocan guerras religiosas, odios fratricidas, asesinatos y sufrimientos de toda especie.
Lo que vuelve tan penetrante al dolor causado por el deshonor o los celos es que la vanidad no puede ayudarnos a soportarlo.