-
-
-
La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios.
-
La guerra en relación a sus tendencias dominantes constituye una maravillosa trinidad, compuesta del poder primordial de sus elementos, del odio y la enemistad que pueden mirarse como un ciego impulso de la naturaleza; de la caprichosa influencia de la probabilidad y del azar, que la convierten en una libre actividad del alma; y de la subordinada naturaleza de un instrumento político, por la que recae puramente en el campo del raciocinio.
-
Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la guerra, cuanto más afectan a los intereses vitales de los pueblos, con mayor empeño se tratará de derribar al adversario, entonces tienden a confundirse objetivo guerrero y fin político y la guerra aparece menos política y más puramente guerrera.
-
-
-
-
-
Muchos informes de inteligencia en la guerra son contradictorias, es más son falsas, y la mayoría son inciertas.
-
El objetivo político es la meta, la guerra es el medio para llegar a ella, y los medios no puede considerarse de forma aislada formar sus propósitos.
-
-
Voy a pasar de lo simple a lo complejo. Pero en la guerra más que en cualquier otro tema que debemos empezar por examinar la naturaleza del todo, porque aquí más que en otros lugares de la parte y el todo siempre debe ser considerado en conjunto.
-
-
-
-
-
-
-
-
Ninguna actividad humana guarda una relación más universal y constante con el azar como la guerra. El azar, juntamente con lo accidental y la buena suerte, desempeña un gran papel en la guerra.