Frases Bertrand Russell
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Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible.
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¡Qué agradable sería un mundo en el que no se permitiera a nadie operar en bolsa a menos que hubiese pasado un examen de economía y poesía griega, y en el que los políticos estuviesen obligados a tener un sólido conocimiento de la historia y de la novela moderna!
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No importa lo elocuente que ladre un perro; nunca podrá decirte que sus padres fueron pobres pero honestos.
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La conclusión es que sabemos muy poco y sin embargo es asombroso lo mucho que conocemos. Y más asombroso todavía que un conocimiento tan pequeño pueda dar tanto poder.
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Lo que se pretende despertar no es el deseo de creer, sino el de encontrar, que es todo lo contrario.
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Una vida feliz debe ser en gran medida una vida tranquila, porque es sólo en una atmósfera de tranquilidad donde la verdadera alegría se atreve a vivir.
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Es la preocupación por las posesiones, más que ninguna otra cosa, lo que evita que el hombre viva noble y libremente.
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Las matemáticas pueden ser definidas como aquel tema del cual no sabemos nunca lo que decimos ni si lo que decimos es verdadero.
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La incertidumbre, frente a las vehementes esperanzas y temores, es dolorosa, pero hay que soportarla si deseamos vivir sin tener que apoyarnos en consoladores cuentos de hadas.
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Cuanto más intensa ha sido la religiosidad de cualquier período, y más profunda la creencia dogmática, han sido mayor la crueldad y peores las circunstancias.
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La institución de la propiedad privada trae consigo la sujeción de la mujer, y generalmente la creación de una clase de esclavos.
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La última consecuencia de la civilización es su aptitud para ocupar inteligentemente los ratos de ocio.
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Afirmo deliberadamente que la religión cristiana, tal como está organizada en iglesias, ha sido, y es aún, la principal enemiga del progresomoral del mundo.
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Una vida entre los libros posee una calma y una paz muy grandes. Si bien es cierto que nos sentimos abrumados por un hambre terrible de algo menos tenue, nos ahorramos el remordimiento y el horror y la tortura y el enloquecedor veneno del arrepentimiento.
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