Frases de Antonio Porchia

Aquellos que dan sus alas entristecen por no verlas volar

Las flores no tienen esperanza. Porque la esperanza es el mañana y las flores no tienen un mañana.

Una flor en la mano muere, apagando una estrella.

Estar en compañía no es estar con alguien, sino estar en alguien.

El amor nace de dos amores y muere en uno.

Antes de recorrer mi camino yo era mi camino.

Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos.

Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos.

En un gran corazón hay espacio para todo, y en un corazón vacío no hay espacio para nada.

Nadie entiende que lo has dado todo. Tienes que dar más.

La primavera del espíritu florece en invierno.

Mi corazón me duele a mí. Y no debiera dolerme a mí, porque no vive de mí, ni vive para mí.

Lleve cada uno su culpa y no habrá culpables.

Comprendo que la mentira es engaño y la verdad no. Pero a mí me han engañado las dos.

Toda persona anónima es perfecta.

A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad.

Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.

Un poco de ingenuidad nunca se aparta de mí. Y es ella la que me protege.

El sueño que no se alimenta de sueños desaparece.

Te ayudaré a acercarte si te acercas, y a alejarte si te mantienes alejado.

Sé lo que te he dado … No sé lo que has recibido.

Si no levantas la mirada, siempre pensarás que allí se encuentra el punto más alto.

Miles de soles lejanos no disipan la noche.

La noche es un mundo iluminado por si mismo.

Cuando tu dolor es un poco mayor que mi dolor, me siento un poco cruel.