Frases de Anthony T. Hincks

Es el lado oscuro de la luna el que guarda todas las llaves de quien esta allá arriba.

Te prometí la luna, y tú me diste el universo.

Conforme la noche se vuelve más fría, los abrazos se vuelven más cálidos.

Cuando Dios mira por su ventana, ve hermosura, amor, arco iris, risitas y felicidad en todas partes. Cuando yo miro hacia afuera, me gustaría estar lejos de los dioses.

Cuando tomo un sorbo de mi café sé que puedo manejar todo lo que la vida tenga preparado para mí.

Si no comienzas tu día con una taza de café, da igual si te quedas en la cama.

Si no fuera por el café, mi vida estaría llena de arrepentimientos.

El café se convirtió en una de las necesidades de la vida cuando el amor se inventó.

Una buena taza de café por la mañana, hace que el tigre que llevo dentro se comporte como un verdadero caballero.

Un atardecer señala al cielo como si no existiera un mañana.

El clima es algo gracioso. A veces coincide con nuestro estado de ánimo y, a veces, con el de ellos.

El chocolate debe comerse con una sonrisa en la cara y el amor en el corazón.

El chocolate sólo viene en un sabor: delicioso.

Si me acaricias una vez más, derretirás la mantequilla de mi tostada.

El océano tiene vida propia. Sus mareas, remolinos, corrientes y remolinos son un testimonio de sus emociones conflictivas.

Cada beso de una ola del océano se transmite, siempre que haya vida en los mares.

¡Domingo! Un día en familia con un toque de fin de semana lanzado en buena medida.

Sin el fin de semana, ¿Dónde estaría la semana?

Sé que has trabajado duro toda la semana, así que te conseguí un pequeño regalo. Se llama Sábado y Domingo. Espero que lo disfrutes, y lo uses bien.

El mundo es un lugar seguro si vives en Marte.

Puede resistir la tormenta, pero ¿Resistirá las consecuencias?

La sensualidad es prerrogativa de la mujer y el placer del hombre.

Pasamos tanto tiempo tratando de ser lo que otras personas quieren, que cuando nos miramos en el espejo, vemos a un extraño.

El caramelo siempre sabe mejor cuando las expectativas son altas.

Cada vez que veo un bonito atardecer o amanecer, tengo que pellizcarme porque no puedo creer que estoy despierto y no soñando.

Cree en ti mismo y serás capaz de cambiar un atardecer por un nuevo amanecer.

El secreto para una buena mañana es el observar el amanecer con un corazón abierto.