Frases de Anthony de Mello

Fue un sacerdote jesuita y psicoterapeuta conocido por sus libros y conferencias sobre espiritualidad.

El desafío que se nos presenta consiste, pues, en recobrar la sencillez y la sabiduría de la naturaleza sin perder la astucia de nuestro cerebro serpentino.
Estar despierto es no dejarse afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre.
Aquellos que no cometen equivocaciones están cometiendo la mayor de todas: no intentar nada nuevo.
La conciencia es tan capaz de organizar al mundo adecuadamente, que difícilmente puedas verla.
El amor de verdad es un estado de sensibilidad que te capacita para abrirte a todas las personas y a la vida. Y, cuando amas, no hay nada más fácil que perdonar.
Estas cosas van a destruir a la raza humana: la política sin principios, el progreso sin compasión, la riqueza sin trabajo, el aprendizaje sin silencio, la religión sin la intrepidez y el culto sin conciencia.
Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad.
La obediencia mantiene las reglas. El amor sabe cuándo romperlos.
Solo hay una causa de infelicidad: las creencias falsas que tienes en tu cabeza, creencias tan extendidas, tan comúnmente sostenidas, que nunca se te ocurre cuestionarlas.
Aquellos que deliberan exhaustivamente antes de dar una paso, se pasan la vida sobre una sola pierna.
No tengo miedo de perderte, porque no eres un objeto de mi propiedad, ni de nadie más. Te amo como eres, sin apego, sin miedos, sin condiciones, sin egoísmo, tratando de no absorberte. Te amo libremente porque amo tu libertad, así como la mía.