Frases de Alphonse de Lamartine

Fue un escritor, poeta, historiador y político francés del período romántico.

A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en el mismo ataúd.
Un solo ser nos falta y todo está despoblado.
Amé, fui amado: basta para mi tumba.
La experiencia es la única profecía de los sabios.
La traición que empieza siendo cautelosa, termina por traicionarse a sí misma.
La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso.
Las utopías son a menudo sólo verdades prematuras.
Nuestro crimen es ser hombres y querer conocer.
La eternidad es tan segura y tan terrible que mil vidas no bastarían para prepararse para ella.
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima.
Amar por ser amado es humano, pero amar por amar es angelical.
El amar es el amanecer encantado de todo corazón.
Hay un nombre escondido en la sombra de mi alma, donde lo leo noche y día y ningún otro ojo lo ve.
La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir.
La nobleza del plebeyo consiste en no avergonzarse del nombre de su padre.
Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las gobiernan.
La crítica es la fuerza del imponente.
La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es un progreso.