Nadie que consigue el éxito lo hace sin reconocer la ayuda de otros. El sabio y confiado reconoce esta ayuda con gratitud.
La religión no volverá a recuperar su antiguo poder hasta que no se le vean cambios en su rostro, como los hubo en la ciencia.
Nadie que logre el éxito lo hace sin reconocer la ayuda de los demás. Los sabios y confiados reconocen esta ayuda con gratitud.
El que la Biblia no tenga ni huella de humor es uno de los hechos más extraordinarios de la literatura.