Frases de Alexander Pope

El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.
Nuestros prejuicios son igualitos a nuestros relojes: nunca están de acuerdo, pero cada uno cree en el suyo.
En la sombra, lejos de la luz del dÃa, la melancolÃa suspira sobre la cama triste, el dolor a su lado, y la migraña en su cabeza.
Verdadera cortesÃa consiste en ser fácil de uno mismo, y en la fabricación de cada uno alrededor de un tan fácil como uno puede.
Obtenga su lugar y la riqueza, si es posible con la gracia, si no, de ninguna manera hacer las riquezas y el lugar.
Algunos ancianos, continuamente alaban el momento de su juventud. De hecho, casi se podrÃa pensar que no hay tontos en su dÃa, pero desafortunadamente ellos mismos se quedan como ejemplo.
Los hombres deben ser enseñados como si les enseñó que no, y las cosas desconocidas proponen como lo olvidaron.
Muchos hombres han sido capaces de hacer una cosa sabia, más una cosa astuta, pero muy pocos algo generoso.