Frases de Comer

Ya están las migas en la poyata, y el que se descuida no las cata.

Mal comer, ayunar viene a ser.

El comer mal, primo es del ayunar.

Fritada de tocino, con cuartilla de vino.

El vino comerlo, y no beberlo.

A más beber, menos comer.

Mesa sin vino, olla sin tocino.

Consejo del padre capuchino, con todo lo que comas vino.

Sábalo de mayo, calenturas para todo el año.

El perdigón y el gallo, por mayo.

Cuando uno se sienta a una abundante mesa, siempre tiene razón.

A un buen hombre sentado a comer a la mesa, ninguna cosa debe venir a molestarle.

Tres condiciones ha de tener la buena comida: comer cuando lo ha gana, comer de lo que ha gana, comer con grata compañía; y al que faltaren estas condiciones, maldecirá lo que come.

Quien de servilleta pasa a mantel, Dios nos libre de él.

¿Puedo mirar? Me gusta ver antes las cosas que voy a comer.

El poco seso, canta en la mesa y silba en el lecho.

Juglar que mucho canta, poco yanta.

La fruta por la mañana es oro, al mediodía plata, y por la noche mata.

El dormir y el comer, hermanos vienen a ser.

Enfermedad que no estorba para dormir ni comer, poco médico ha menester.

Como porque soy infeliz, soy infeliz porque como.

Como es un lenguaje, muchas veces no lo entendemos. Comer y respirar es lo único que hacemos desde que nacemos.

Probando, es como se guisa.

Tres días hay en el año que se llenan bien la panza, el santo, el cumpleaños y el día de la matanza.

Carne de cochino, pide vino.

Quien come sólo, muere sólo.

Conejo, perdiz o pato, venga al plato.

Paloma que vuela, a la cazuela.

Un día perdiz y otro gazpacho, para que las perdices no den empacho.

Tapar la nariz, y comer la perdiz.

Judío que come puerco, muda de acuerdo.

Uva mollar, para comer no tiene par.

Uvas hebenes, se comen y se huelen.

La uva hebén, sabe y huele bien.

Vendimiador que no come racimo, se lo bebe en vino.

Una uvita a cada rato, es pasatiempo grato.

Uva moscatel, riquísima para comer.

A pesar de que era la hora de comer, en Rogan Rothberg se miraba con malos ojos a cualquiera que se atreviera a salir para ir a almorzar.

Lo bonito de viajar y comer en culturas distintas está en buscar lo bueno de cada sitio, lo nuevo, y disfrutar del momento.

Practique el acto de comer con conciencia. La mayoría de nosotros no nos damos tiempo suficiente para sentarnos a comer de verdad. Estamos demasiado ocupados, haciendo y comiendo al mismo tiempo, comiendo y hablando, comiendo y trabajando y hasta comiendo y conduciendo el automóvil al mismo tiempo.