Skip to main content

Era junio, y el mundo olía a rosas. La

Era junio, y el mundo olía a rosas. La luz del so...

Era junio, y el mundo olía a rosas. La luz del sol era como oro en polvo sobre la ladera cubierta de hierba.


Te pueden interesar también



  • Para ser feliz, debes ser tu propio sol.



  • Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes



  • Los que traen el sol a la vida de los demás no pueden ocultárselo.



  • Si pasas toda tu vida esperando a la tormenta, nunca disfrutarás la luz del Sol.



  • Un día sin sol es como, ya sabes, noche.