Skip to main content

Ella era salvaje; siempre pisando cásca

Ella era salvaje; siempre pisando cáscaras de hue...

Ella era salvaje; siempre pisando cáscaras de huevo que todos los demás ponían de puntillas.


Te pueden interesar también



  • La fortaleza no viene del físico sino del espíritu.



  • Todos los días aprendemos algo nuevo sobre nosotros mismos y sobre la vida.



  • No hay límites en lo que puedes lograr si tienes suficiente determinación y trabajas duro para conseguirlo.



  • No hay nada más poderoso que una mujer decidida a triunfar.



  • Los grandes cambios comienzan siempre con un solo paso hacia adelante.