El hambre suele producir poemas inmortales. La abundancia, únicamente indigestiones y torpezas.
La naturaleza no hace nada en vano.
El ordenador no es una máquina inteligente que ayuda a gente estúpida, de hecho, es una estúpida máquina que funciona solo en manos de gente inteligente.
El hombre prudente sólo piensa en sus dificultades cuando ello tiene algún objeto. Cuando no, piensa en otra cosa.
Cuando la gente está a gusto es cuando mejor trabaja.