El borracho es un enfermo; no hay que darle la espalda; cualquiera puede serlo.
El borracho es un enfermo al que no hay que volver nunca la espalda. Todos podemos encontrarnos en la misma situación.
Interpretacion
La frase invita a ver el alcoholismo como una enfermedad y no como un motivo de rechazo. Recomienda no ignorar ni abandonar a quien padece el problema. Subraya que cualquiera puede verse afectado, llamando a la solidaridad y la prevención.
Temas
empatía alcoholismo solidaridad prevención reflexión ayuda comprensión
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