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Cuando en mis sienes calme la divina tor

Cuando en mis sienes calme la divina tormenta, rec...

Cuando en mis sienes calme la divina tormenta, reclinaré, jugando con tus bucles espesos, sobre tu núbil seno mi frente soñolienta, sonora con el ritmo de tus últimos besos.


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  • No puedes escapar para siempre de la tormenta; ¡debes aprender a hacerle frente!



  • Las tormentas no vienen a enseñarnos lecciones dolorosas, sino que estaban destinadas a lavarnos.



  • Cada tormenta se queda sin lluvia, al igual que cada noche oscura se convierte en día.



  • Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes



  • Este mundo para mí es como una tormenta duradera, que me aleja de mis amigos.