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A pesar de que nunca fui a la escuela de

A pesar de que nunca fui a la escuela de negocios,...

A pesar de que nunca fui a la escuela de negocios, aprendí a compartir en el jardín de infancia. Y si no hay suficiente amor para nosotros dos, entonces quiero darte el mío.


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  • Comparte tus opiniones con aquellos que aprecian tus puntos de vista.



  • Compartir a veces es más exigente que dar.



  • Se dice que el maestro y el estudiante caminan uno al lado del otro, compartiendo su destino, hasta que van por caminos separados.



  • Compartir información con los empleados los hace sentir invertidos.



  • Necesitamos comida para continuar la vida. También necesitamos comunicación y compartir nuestras vidas para un crecimiento emocional y mental continuo.