Frases de Cicerón

Fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.

Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.
Es la naturaleza de toda persona al error, pero sólo el tonto persevera en el error.
Deja que la razón gobierne tus deseos.
Un hombre lleno de coraje es también alguien lleno de fe.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Aun cuando digan la verdad, los mentirosos no son creídos.
Cualquier hombre puede cometer un error; sólo un estúpido sigue haciendo lo mismo.
El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.
Los deseos del joven muestran las futuras virtudes del hombre.
No quiero morir, aunque en realidad el estar muerto me parece indiferente.
No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable.
Las enemistades ocultas y silenciosas, son peores que las abiertas y declaradas.
La necedad es la madre de todos los males.
Es propio de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios.
Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.
El egoísta se ama a sí mismo sin rivales.
Me avergüenzo de esos filósofos que no quieren desterrar ningún vicio si no está castigado por el juez.
El mayor descanso es estar libre de culpa.
Las leyes son silenciosas en tiempos de guerra.
Estemos siempre a punto para contradecir sin obstinación y dejarnos contradecir sin irritación.
Gran renta es la economía.
La renta es más segura que la economía: la economía es hija del orden y de la asiduidad.
No sentir la avidez de riquezas es una gran riqueza; no tener la manía de gastar es una renta.
Si ha de hacerse la guerra, hágase únicamente con la mira de obtener la paz.
No hay fase en la vida, pública o privada, libre de deberes.
El gobernante de un pueblo no hallará medio más fácil para conquistar su simpatía que una vida austera y morigerada.
La memoria disminuye si no se ejercita.
Es de necios decir: pensaba...
Fuerte es el peso de la propia conciencia.
No basta con adquirir sabiduría, es preciso además saber usarla.
O sabes que nada sabes, o lo ignoras. Si lo ignoras, no puedes afirmarlo. Si lo sabes, algo sabes.
La muchedumbre es juez despreciable.
Esfuérzate para llegar a ser viejo con tiempo, si deseas ser viejo durante mucho tiempo.
La autoridad es el ornamento de la vejez.
Nadie es tan viejo que no crea poder vivir otro año más.
Preferiría ser viejo menos tiempo que serlo antes de la vejez.
Como en el caso de los vinos que mejoran con la edad, las amistades más antiguas deberían ser las más deliciosas.
Cuando aspiras a alcanzar el puesto más alto, recuerda que es honorable la segunda, o tercera posición.
Superstición, aquella en la que se condensa un inane temor de los dioses; religión, aquella que se cimenta en un piadoso culto de la divinidad.
El hombre condena cuando no entiende.