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Vivir la pequeña mortificación de deja

Vivir la pequeña mortificación de dejar ordenado...

Vivir la pequeña mortificación de dejar ordenados los instrumentos de trabajo, confesar el día que se había previsto, hacer el examen de conciencia con el empeñonecesario para darse cuenta de lo que falla y en qué quiere el Señor que se ponga la lucha al día siguiente, vivir el «minuto heroico» al levantarse, desviar o al menos callar en esa conversación en la que no queda bien una persona ausente…


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  • La conciencia es como un vaso, sino está limpia ensuciará todo lo que se vierta en él.



  • Quien deja de palparse el alma, no sabe dónde la tiene.



  • El hombre piensa, aún cuando no tenga conciencia de ello.



  • Mi conciencia tiene más peso para mí que la opinión de todo el mundo.



  • La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.