Somos inocentes de la maldad. Somos atac
Somos inocentes de la maldad. Somos atacados por fuerzas imprevisibles que vienen a perjudicarnos. Somos, pues, inocentes hasta de la negligencia. Aunque esas fuerzas sean insuperables, el azar vendrá en nuestra ayuda y saldremos victoriosos.
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