Skip to main content

Si todos fueran efervescentes, el mundo

Si todos fueran efervescentes, el mundo sería un ...

Si todos fueran efervescentes, el mundo sería un lugar agotador y caótico, llevado a la incoherencia por entusiasmos que compiten entre sí o paralizado por la indiferencia ante las exigencias cotidianas de la vida.


Te pueden interesar también



  • Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!.



  • El entusiasmo es un volcán en cuya cima nunca crece la hierba de la vacilación.



  • El entusiasmo marca la diferencia entre la mediocridad y la realización.



  • Mantén viva en ti la facultad del esfuerzo, sometiéndola cada día a un pequeño ejercicio gratuito.



  • El entusiasmo es el genio de la sinceridad, y la verdad no consigue victorias sin el.