Refranes Graciosos
Refranes Graciosos. Encuentra docenas de Refranes Graciosos con fotos para copiar y compartir.
-
De los cuarenta para arriba, no te mojes la barriga.
-
Mujer infiel: libertina; hombre infiel: héroe.
-
Maldición de zorra vieja no llega al cielo.
-
El mal del cornudo: él no lo sabe y lo sabe todo el mundo.
-
Los buenos estudiantes y los buenos caballos, siempre terminan su carrera.
-
Siembra un árbol, haz feliz a un perro.
-
VÃsteme despacio, que tengo prisa.
-
En martes ni te cases ni te embarques.
-
Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: «tire» y «empuje»
-
Cinco no son montón, pero siete ya lo son.
-
Aunque la mona vista de seda, mona se queda.
-
Dentro de cien años todos calvos.
-
Boca de miel y manos de hiel.
-
Sabe mas el diablo por viejo, que por diablo.
-
El que canta sus males espanta.
-
El horno y la vieja, por la boca se calientan.
-
Médico joven, nuevo cuerpo en el cementerio.
-
No tiene la culpa el tonto... sino quien lo hace gerente.
-
Cinco minutos de emoción... Nueve meses de hinchazón.
-
Agua que no has de beber... jálale la palanca!
-
Los hombres son llevados por los caballos, alimentados por las vacas, vestidos por las ovejas, defendidos por los perros y comidos por los gusanos.
-
Un dedo no hace mano, pero sà con sus hermanos.
-
Estamos cagaos y el agua lejos.
-
Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
-
Mal de muchos, consuelo de tontos.
-
Más feo que un espantado a media noche.
-
La ocasión hace al ladrón.
-
Las verdades de Perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño.
-
El que tiene culo de paja, no se arrima a la candela.
-
El corazón no envejece, el cuero es el que se arruga.
-
Uno que madrugó, un dólar se encontró. Pero más madrugó, aquel que lo perdió.
-
Los santos viejos no hacen milagros.
-
A buen entendedor, menos sopapos.
-
Caras vemos, más abajo no sabemos.
-
Conmigo andarás descalza, pero con la barriga llena.
-
Se quedó como rosa, sin culo y sin cosa.
-
Comida hecha, compañÃa deshecha.
-
En todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas.
-
El que rÃe al ultimo, no entendió el chiste.
-
El huésped y el pez, a los tres dÃas hieden.