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Poemas

Poemas. Encuentra docenas de Poemas con fotos para copiar y compartir.

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  • Amor eterno
    Podrá nublarse el sol eternamente;
    Podrá secarse en un instante el mar;
    Podrá romperse el eje de la tierra
    Como un débil cristal.
    ¡todo sucederá! Podrá la muerte
    Cubrirme con su fúnebre crespón;
    Pero jamás en mí podrá apagarse
    La llama de tu amor.




  • Esclava mía
    Esclava mía, témeme. Ámame. Esclava mía!
    Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
    y en él despunta mi alma como una estrella fría.
    Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
    Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
    Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
    Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.
    Junto a mí, pero dónde? Lejos, lo que está lejos.
    Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.
    El eco de la voz más allá del silencio.
    Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas.




  • Si me quieres, quiéreme entera,
    no por zonas de luz o sombra…
    Si me quieres, quiéreme negra
    y blanca, Y gris, verde, y rubia,
    y morena…
    Quiéreme día,
    quiéreme noche…
    ¡Y madrugada en la ventana abierta!…
    Si me quieres, no me recortes:
    ¡Quiéreme toda!… O no me quieras




  • Contigo
    ¿Mi tierra? Mi tierra eres tú.
    ¿Mi gente? Mi gente eres tú.
    El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú.
    ¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú?




  • Despedida
    Entre mi amor y yo han de levantarse
    trescientas noches como trescientas paredes
    y el mar será una magia entre nosotros.
    No habrá sino recuerdos.
    Oh tardes merecidas por la pena,
    noches esperanzadas de mirarte,
    campos de mi camino, firmamento
    que estoy viendo y perdiendo...
    Definitiva como un mármol
    entristecerá tu ausencia otras tardes.




  • Agua Mujer
    ¿Qué me copiaste en ti,
    que cuando falta en mí
    la imagen de la cima,
    corro a mirarme en ti?




  • Dame la mano
    Dame la mano y danzaremos;
    dame la mano y me amarás.
    Como una sola flor seremos,
    como una flor, y nada más...
    El mismo verso cantaremos,
    al mismo paso bailarás.
    Como una espiga ondularemos,
    como una espiga, y nada más.
    Te llamas Rosa y yo Esperanza;
    pero tu nombre olvidarás,
    porque seremos una danza.




  • Soneto V
    Escrito está en mi alma vuestro gesto...
    Escrito está en mi alma vuestro gesto
    y cuanto yo escribir de vos deseo;
    vos sola lo escribistes, yo lo leo
    tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
    En esto estoy y estaré siempre puesto;
    que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
    de tanto bien lo que no entiendo creo,
    tomando ya la fe por presupuesto.
    Yo no nací sino para quereros;
    mi alma os ha cortado a su medida;
    por hábito del alma misma os quiero;
    cuanto tengo confieso yo deberos;
    por vos nací, por vos tengo la vida,
    por vos he de morir y por vos muero.




  • Polvos de amor
    Amor postrero más allá de la muerte.
    Cerrar podrá mis ojos la postrera
    Sombra que me llevare el blanco día,
    Y podrá desatar esta alma mía
    Hora, a su afán ansioso lisonjera;
    Mas no de esotra parte en la ribera
    Dejará la memoria, en donde ardía:
    Nadar sabe mi llama el agua fría,
    Y perder el respeto a ley severa.
    Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
    Venas, que humor a tanto fuego han dado,
    Médulas, que han gloriosamente ardido,
    Su cuerpo dejará, no su cuidado;
    Serán ceniza, mas tendrá sentido;
    Polvo serán, mas polvo enamorado.




  • Amor
    Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
    la leche de los senos como de un manantial,
    por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
    en la risa de oro y la voz de cristal.
    Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
    y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
    porque tu ser pasara sin pena al lado mío
    y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
    Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
    amarte, amarte como nadie supo jamás!
    Morir y todavía
    amarte más.
    Y todavía
    amarte más
    y más.




  • Soneto matinal a una colegiala ingrávida
    Al pasar me saluda y tras el viento
    que da al aliento de su voz temprana
    en la cuadrada luz de una ventana
    se empaña, no el cristal, sino el aliento
    Es tempranera como una campana.
    Cabe en lo inverosímil, como un cuento
    y cuando corta el hilo del momento
    vierte su sangre blanca la mañana.
    Si se viste de azul y va a la escuela,
    no se distingue si camina o vuela
    porque es como la brisa, tan liviana
    que en la mañana azul no se precisa
    cuál de las tres que pasan es la brisa,
    cuál es la niña y cuál es la mañana.




  • Cúbreme, amor, el cielo de la boca
    con esa arrebatada espuma extrema,
    que es jazmín del que sabe y del que quema,
    brotado en punta de coral de roca.
    Alóquemelo, amor, su sal, aloca
    Tu lancinante aguda flor suprema,
    Doblando su furor en la diadema
    del mordiente clavel que la desboca.
    ¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
    borbotar temperado de la nieve
    por tan estrecha gruta en carne viva,
    para mirar cómo tu fino cuello
    se te resbala, amor, y se te llueve
    de jazmines y estrellas de saliva!




  • Como si cada beso
    Fuera de despedida,
    Cloé mía, besémonos, amando.
    Tal vez ya nos toque
    En el hombro la mano que llama
    A la barca que no viene sino vacía;
    Y que en el mismo haz
    Ata lo que fuimos mutuamente
    Y la ajena suma universal de la vida.




  • El poeta pide a su amor que le escriba
    Amor de mis entrañas, viva muerte,
    en vano espero tu palabra escrita
    y pienso, con la flor que se marchita,
    que si vivo sin mí quiero perderte.
    El aire es inmortal. La piedra inerte
    ni conoce la sombra ni la evita.
    Corazón interior no necesita
    la miel helada que la luna vierte.
    Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
    tigre y paloma, sobre tu cintura
    en duelo de mordiscos y azucenas.
    Llena pues de palabras mi locura
    o déjame vivir en mi serena
    noche del alma para siempre oscura.




  • Amor
    Amar es este tímido silencio
    cerca de ti, sin que lo sepas,
    y recordar tu voz cuando te marchas
    y sentir el calor de tu saludo.
    Amar es aguardarte
    como si fueras parte del ocaso,
    ni antes ni después, para que estemos solos
    entre los juegos y los cuentos
    sobre la tierra seca.
    Amar es percibir, cuando te ausentas,
    tu perfume en el aire que respiro,
    y contemplar la estrella en que te alejas
    cuando cierro la puerta de la noche.




  • Quien alumbra
    Cuando me miras
    mis ojos son llaves,
    el muro tiene secretos,
    mi temor palabras, poemas.
    Sólo tú haces de mi memoria
    una viajera fascinada,
    un fuego incesante.