No podemos engañarnos a nosotros mismos
No podemos engañarnos a nosotros mismos que alguna vez será suficiente para derrocar el capitalismo. Si nos tomamos en serio que tenemos que organizarnos en nuestros lugares de trabajo y comunidades, por lo que los vÃnculos con el resto de los trabajadores a nivel internacional.
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El capitalismo y el mercado se presentan como sinónimo, pero no lo son. El capitalismo es a la vez el enemigo del mercado y la democracia.
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El capitalismo es como la ley de la selva, con unas cuantas reglas. No hay otro sistema que funcione para nuestra sociedad, pero no se controla, el capitalismo puede tener un efecto deshumanizador.