Muerto el perro, se acabó la rabia.
Muerto el perro, se acabó la rabia.
Interpretacion
Refrán que expresa una solución drástica para eliminar un problema eliminando su origen. Suele usarse para justificar medidas contundentes cuando la raíz causa la molestia. Refleja un enfoque pragmático y a veces implacable ante conflictos. No valora las consecuencias éticas de la acción.
Temas
refrán sabiduría popular pragmatismo causa y efecto solución consecuencias ética
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