Mi pobreMusa, ¡ah! ¿Qué tienes, pues,
Mi pobreMusa, ¡ah! ¿Qué tienes, pues, esta mañana? Tus ojos vacíos están colmados de visiones nocturnas, y veo una y otra vez reflejados sobre tu tez La locura y el horror, fríos y taciturnos.
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