Frases de Emil Cioran - Las lágrimas no se queman, excepto en l

Sé que mi nacimiento es una casualidad, un accidente risible, y no obstante, apenas me descuido me comporto como si se tratara de un acontecimiento capital, indispensable para la marcha y el equilibrio del mundo.

Para ti que ya no la tienes, la libertad es todo; para nosotros que la poseemos, es simplemente una ilusión.

A los últimos a quienes perdonamos su infidelidad es a aquellos a quienes hemos decepcionado.

Sólo quien está dotado de una vitalidad inquieta es susceptible de caer en el pesimismo. Uno se convierte en pesimista -un pesimista demoníaco, elemental, bestial- sólo cuando la vida ha sido derrotada muchas veces en su lucha contra la depresión.

¿Qué soy yo?. Aparte de una oportunidad en las infinitas probabilidades de no haber sido.