Las bellas artes, que existen sólo para
Las bellas artes, que existen sólo para sí mismas, son un arte en un estado final de impotencia. Si nadie, ni siquiera el artista, reconoce el arte como un medio de conocer el mundo, entonces el arte queda relegado a una especie de sala de juegos de la mente y la irresponsabilidad del artista y la irrelevancia del arte para la vida real se convierten en parte integrante de la práctica del arte.
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