Frases de Anaïs Nin - La gente que vive profundamente no tiene
El amor nunca muere de muerte natural. Muere porque no sabemos cómo reponer su fuente. Muere de ceguera y errores y traiciones. Muere de enfermedades y heridas; muere de cansancio, de marchitez, de deslustre.
Y llegó el día cuando el riesgo de permanecer atrapado dentro del brote era más doloroso que arriesgarse a florecer.
El amor nunca tiene una muerte natural. Muere porque no sabemos cómo reponer su fuente. Muere de ceguera y traiciones. De cansancio y de marchitez….
Estoy solo, pero no todos lo harán. No sé por qué, algunas personas llenan los vacíos y otros enfatizan mi soledad.