Frases de Rubén Darío - Juventud, divino tesoro, te vas para no
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No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura.
Y cuando la montaña de la vida nos sea dura y larga y alta y llena de abismos, amar la inmensidad que es de amor encendida ¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!.
Una buena taza de su negro licor, bien preparado, contiene tantos problemas y tantos poemas como una botella de tinta.