Hundirse en la locura no es una fatalidad, quizás es, también, una elección. — A. S. Brasme
Hundirse en la locura no es una fatalidad, quizás es, también, una elección.
Interpretacion
La frase sugiere que la locura no siempre es un destino inevitable, sino una posibilidad influida por decisiones o actitudes. Plantea responsabilidad personal y ambigüedad moral ante el abandono racional. Invita a reflexionar sobre la línea entre pérdida y elección. Es una crítica a la idea de la locura como algo puramente impuesto.
Temas
locura elección responsabilidad reflexión frases psicología autores existencialismo
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