Frases sobre la Tormenta

La alegría resiste cualquier tormenta: la felicidad cabalga sobre las olas.

En la tormenta de la vida, puedes sobrevivir por gracia, fe y esperanza.

Las frases sobre la tormenta abarcan una amplia gama de temas, desde la reflexión sobre la belleza poética de una tormenta violenta, hasta la apreciación por los momentos de tranquilidad que nos aporta después de su paso. La literatura y el arte han hecho mucho parareflejar las diferentes sensaciones que puede inspirar una tormenta, desde profundas emociones de miedo y oscuridad hasta un sentido de liberación de la energía caótica.

Monta la tormenta. Anímate salvajemente. Reúne fuerzas de las tormentas de la vida.

Incluso en medio de la tormenta, el sol sigue brillando.

Puedes estar en la tormenta, pero no dejes que la tormenta te atrape.

Después de la tormenta viene la calma.

Una gran tormenta es como un día soleado para una persona de gran fe. Un viento suave es como una gran tormenta para una persona de gran miedo.

Si quieres disfrutar del arcoíris, prepárate para soportar la tormenta.

Una actitud positiva, puede convertir una tormenta en una llovizna.

Sé bien que cuanto mayor y más hermoso es el trabajo, más terribles serán las tormentas que se desatan contra él.

Ninguna tormenta dura para siempre, los tiempos difíciles también se superan después de un tiempo. Clima de tormenta; hace sol al otro lado.

Si quieres ver la luz del sol, debes capear la tormenta.

El único barco seguro en una tormenta es el liderazgo.

Hay algunas cosas que aprendes mejor en la calma y otras mejor en la tormenta.

Cuando estás de mal humor. Espere. Se paciente. La tormenta pasará. La primavera vendrá.

Si pasas toda tu vida esperando a la tormenta, nunca disfrutarás la luz del Sol.

Puedes encontrar paz en medio de las tormentas que te amenazan.

No tengo miedo de las tormentas porque estoy aprendiendo a navegar mi barco.

Cuanto mayor es la dificultad, más gloria hay en superarla. Los pilotos expertos obtienen su reputación de tormentas y tempestades.

Cuando haya pasado la tormenta, pon tu energía en reconstruir tu vida, no pierdas el tiempo mirando hacia atrás.

A veces, las tormentas más grandes resaltan la belleza más grande … La vida puede ser una tormenta, pero tu esperanza es un arco iris y tus amigos y familiares son el oro.

Las tormentas nos sacan algo que los mares tranquilos no hacen.

Nunca corte un árbol en invierno. Nunca tome una decisión negativa en el bajo tiempo. Nunca tome sus decisiones más importantes cuando esté de mal humor. Espere. Se paciente. La tormenta pasará. La primavera llegará.

No se puede tener el arco iris sin la tormenta.

La tormenta vino. Las vidas fueron arrastradas. Antiguos dolores resurgieron. Ahora es el momento de un mar de cambios.

¡No se puede esperar justicia de la tormenta, porque solo sabe destruir!

La dignidad de la naturaleza humana requiere que enfrentemos las tormentas de la vida.

No importa a qué tormenta te enfrentes, debes saber que Dios te ama. El no te ha abandonado.

. El hombre sabio en la tormenta reza a Dios, no por la seguridad del peligro, sino por la liberación del miedo.

Cuando la tormenta te hace pedazos, puedes decidir cómo volverte a armar.

Es solo en el dolor que el mal tiempo nos domina; En alegría enfrentamos la tormenta y la desafiamos.

La vida puede darte fuerza. La fuerza puede venir de enfrentar las tormentas de la vida, de conocer la pérdida, sentir tristeza y dolor, de caer en las profundidades del dolor. Debes pararte en la tormenta. Debes enfrentar el viento, el frío y la oscuridad.

No esperes a que pasen las tormentas de tu vida. Aprende a bailar bajo la lluvia.

Deseaba ver tormentas solo en aquellas costas donde se desataba con la mayor violencia.

Las disputas de los amantes son como las tormentas de verano. Todo es más hermoso cuando han pasado.

El Sol es delicioso, la lluvia es refrescante, el viento nos prepara, la nieve es estimulante. Realmente no hay tal cosa como el mal tiempo, sólo diferentes tipos de buen tiempo.

Una tormenta que ha llegado, que ha pasado, demasiado fuerte para uno, tan violenta, que nunca la hubiera uno imaginado sólo con sentimientos…

El rumor del mar y de la tormenta llegaba hasta ellos, sordo y apagado, a través de las paredes de turba. De vez en cuando, una bocanada de aire entraba, soplaba las brasas del hogar y agitaba levemente la llama de la lámpara de aceite.

Ningún viento de la tierra hubiera podido hacer que una barca tan pequeña surcara el mar tan rápidamente, sólo un tempestad, y quizás entonces fuera engullida por las olas.

El amor, después de todo, no es sino una curiosidad superior, un apetito de lo desconocido que te empuja a la tormenta, a pecho abierto y con la cabeza adelante.