Frases sobre la Avaricia

La mojigatería es una especie de avaricia, la peor de todas.
Soy rico más allá de los sueños de avaricia.
Tienes un tercio de malas intenciones, un tercio de avaricia pura y un octavo de aserrín. Lo que queda, lo admito, debe ser cerebro.
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La avaricia es la pasión más estúpida y sin sentido, y es el síntoma más seguro de una mente sórdida y enfermiza.

Somos un pueblo endeble y voluble. La avaricia, la vacilación y el seguimiento son nuestras enfermedades.
¡Cuál debe ser la riqueza que la avaricia, ayudada por el poder, no puede agotar! (James Otis
Algunos hombres son llamados sagaces, simplemente por su avaricia; mientras que un niño puede apretar el puño en el momento en que nace.
La santa pobreza confunde la avaricia y las preocupaciones de este mundo.
¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.
Al pobre le faltan muchas cosas; al avaro, todas.
Conserva bien lo tuyo y no codicies lo ajeno. Si tal haces, nada podrá impedirte el ser dichoso.

Dos gorriones sobre la misma espiga no estarán mucho tiempo juntos.
El avaro carece tanto de lo que tiene como de lo que no tiene.
El avaro desollaría a un piojo para obtener su piel.
El avaro experimenta a un tiempo todas las preocupaciones del rico y todos los tormentos del pobre.
El avaro se roba a sí mismo. El pródigo, a sus herederos.

El mezquino lleva en sí su propio infierno.
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El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.
El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma.
El que persigue dos liebres, no coge ninguna.
El que tiene mucho desea más, lo cual demuestra que no tiene bastante; pero el que tiene bastante ha llegado a un punto al que el rico no llega jamás.
Es más fácil hacer un agujero en el agua que obtener una moneda de un avaro.
Es una gran locura la de vivir pobre para morir rico.

La avaricia es de naturaleza tan malvada y perversa, que jamás sacia su voraz apetito, y después de comer tiene más hambre que antes.
La avaricia es un continuo vivir en la pobreza por miedo a ser pobre.
La bebida apaga la sed, la comida satisface el hambre; pero el oro no apaga jamás la codicia.
Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.
Los demás hombres son dueños de su fortuna; el avaro es el esclavo de la suya.
Más fácil es reprimir la primera codicia que satisfacer la próxima.
No es pobre el que poco tiene, pero sí lo es el que vive con gran avidez.
Pregunte a los que tienen la pasión de acumular qué ventaja gozan que los demás no tengan.
Quien busca lo no perdido, lo que tiene debe perder.
Si quieres destruir la avaricia, debes destruir el lujo, que es su padre.
Sólo hay una avaricia honrosa: la de las palabras.

Un avaro llega a ser rico aparentando ser pobre; un derrochador se hace pobre a fuerza de parecer rico.
Y si lo que tengo yo (me basta para vivir, (si lo que suele sobrar (no se puede poseer, (yo ¿para qué he menester (lo que no puedo gozar?.