Frases de Dualidad

La dualidad es la verdadera raíz de nuestro sufrimiento y de todos nuestros conflictos.

Dualidad siempre es secreta unidad.

Tal vez existe una contradicción inherente en nuestros deseos.

No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.

Nadie es puramente bueno o puramente malo. La mayoría de nosotros estamos en el medio.

El amor es el reconocimiento de la unicidad en el mundo de la dualidad.

Lo absurdo y lo anti-absurdo son los dos polos de la energía creativa.

Hay dos opciones disponibles en la dualidad: Un lado y el otro lado. Todo está formado desde ahí.

Cada dualidad explícita es una unidad implícita.

Existe dualidad en cada hombre y cada mujer.

La mente no puede pensar sin la dualidad. La dualidad es una forma de pensar. En silencio, toda dualidad desaparece.

En el universo, hay oscuridad y luz. Llamamos a esto dualidad. Cuando buscas conocimiento y poder, hay fuerzas y personas que se opondrán a ti.

Hay tanto alegría como sufrimiento en el planeta Tierra porque este hermoso mundo es un mundo de dualidad. Un mundo de opuestos. Hay un lado opuesto a todo.

Confundidos con pensamientos, experimentamos la dualidad en la vida. Sin la carga de las ideas, el iluminado ve la única Realidad.

El elemento de la dualidad da paso a la contradicción. Cada individuo tiene algún elemento de auto-contradicción adentro.

Si nunca experimentamos el frío de un invierno oscuro, podría ser que nunca apreciemos la calidez de un día brilloso de verano.

Hay polillas que exploran el día y mariposas que juegan en la noche. La polaridad es parte integral de la naturaleza.

Si no tienes la consciencia de fondo de la unicidad, la dualidad se vuelve real.

Todo lo que hacemos está gobernado por la ley de opuestos en la que cada acto supuestamente positivo es exacta e igualmente balanceado por su opuesto.

Aristóteles arruinó a la razón. Sembró la creencia atractiva de que puede haber una separación entre mente y cuerpo. Esto llevó a creencias tales como que la alegría se puede remover completamente de la infelicidad, que la paz puede existir en la ausencia de guerra total, o que la vida puede ser comprendida sin la muerte.

Todos nos movemos dentro y fuera de la oscuridad y la luz en nuestras vidas.

Hay una cosa que aprendes cuando has vivido tanto como yo. Las personas no son todas buenas, ni todas malas.

A través de la trascendencia de la dualidad, producimos más unidad en nuestras vidas, lo cual trae paz interna y el brote de amor incondicional.

Todo acto tiene buenos y malos resultados. Todo acto en la vida trae pares opuestos en sus resultados.

Definirse a uno mismo es sufrir la dualidad. Uno debe evadir el definir la existencia y la identidad.

Es el ying-yang. La luz es la mano izquierda de la oscuridad. Miedo, coraje. Frío, calor. Femenino, masculino. Eres tú. Juntos y uno. Una sombra en la nieve.

La trascendencia significa ir más allá de la dualidad. La co-dependencia significa quedarse dentro de la dualidad.

Dividimos el tiempo del espacio, la mente del lugar, y el ser del no-ser. Creamos un mundo de ideas. Esto es la dualidad, parejas de supuestos opuestos.

Lo mejor que podemos hacer es inclinarnos hacia la luz, hacia las relaciones armoniosas que vienen de la compasión con el sufrimiento, de entender a la otra persona.

Pensamos que el fuego consume la madera. Estamos equivocados. La madera se dirige a la llama. El fuego lame lo que la madera guarda, y la madera se entrega a esa intimidad, de la forma en que nosotros y el mundo nos encontramos todos los días.

Todos tienen que aprender tarde o temprano que hay más que sólo Oscuridad y Luz.

El amarre de la razón y la intuición es la crisis fundamental de la era que llamamos humanidad. La trascendencia de la dualidad es clave.

La trampa de la dualidad es tenaz. Amarrado, rígido y atrapado, no puedes experimentar liberación.

Para completar este maravilloso viaje de vida exitosamente, es vital que convirtamos cada lágrima oscura en una perla de sabiduría, y encontremos la bendición en toda maldición.

Así como tenemos dos ojos y dos pies, la dualidad es parte de la vida.

No hay opuestos en la totalidad y la perfección absoluta de la Unicidad que conocemos como Divina.

En la divinidad los opuestos siempre se reconcilian.

Para comer, debes tener hambre. Para aprender, debes ser ignorante. El dolor es el requisito de la salud. La pasión es el requisito del pensamiento. La muerte es el requisito de la vida.

Sin ataduras no hay dualidad.

La sensación de dualidad, que es la barrera del amor verdadero, debe prevalecer tanto tiempo como tarde en ocurrir la apercepción de la Verdad. Una vez la individualidad se haya rendido, sólo habrá Amor total.