Frases sobre Caridad

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Nunca están los hombres más cerca de Dios que cuando se emplean en salvar a sus semejantes.
Haciendo la caridad, uno no se equivoca nunca.
Nos ha tocado la mejor herencia: la perla de la caridad.
El don más precioso que otorga Dios al corazón humano es el de sepultar su egoísmo mientras su alma se enciende y ama.
La fe es la puerta; la caridad la perfección. Ni la fe sin caridad, ni la caridad sin fe
El mundo necesita un diluvio de caridad.
La esencia del amor es hacerse amigo de Dios, en tanto que Él es feliz y la fuente de la felicidad.

Nada les unirá más a Dios que la caridad.
La caridad es la medida con la que el Señor nos juzgará a todos.
Del error de que la caridad consiste sólo en dar dinero, es consecuencia el pensar que los pobres no pueden hacer caridad.
Dios es caridad, y quien permanece en la caridad, permanece en Dios. Ama, pues, al prójimo..., y en él verás a Dios...
La caridad es un deber; la elección de la forma, un derecho.

A los ojos de la caridad no es nunca pequeño el bien que se hace ni el mal que se evita.
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Aquel que ha conferido un favor debe guardar silencio, y aquel que ha recibido uno debe hablar de él.
Quien disimula su caridad es doblemente generoso.
La caridad no necesita absolver para compadecer.
En caridad no hay excesos.
Tirarle un hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se esta tan hambriento como él.
Cuántos actos heroicos de caridad se pueden hacer a lo largo del día en las ocupaciones más modestas de cada jornada.

Procurad siempre avanzar cada vez más en el camino de la Perfección y abundad siempre más en la caridad.
Tengamos siempre encendida en nuestro corazón la llama de la caridad.
No hay mejor bolsa que la caridad.
Cuando dés limosna haz que tu mano izquierda no perciba lo que hace tu derecha.
Las hipócritas seguridades de la caridad oficial dejan al egoísmo la ventaja de mantenerse indiferente, sin parecer cruel.
Donde no hay caridad no puede haber justicia.
La caridad comienza en mi casa, y la justicia en la puerta siguiente.
La caridad comienza donde termina la justicia.
No hagas crítica negativa: cuando no puedes alabar, cállate.
Caridad es perdonar, no transigir.
Con las obras de caridad nos cerramos la puertas del infierno y nos abrimos el paraíso.

Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad en la justicia que no parece loca la esperanza de que llegue el día en que se confundan.
La caridad de los ricos no es más que la forma del remordimiento.
Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad.
La caridad bien entendida empieza por uno mismo y, generalmente termina ahí.
La caridad no debe ser más que el camino que conduce a la equidad.