Frases de Piedad

Los libros deben encaminar a uno de estos cuatro fines: sabiduría, piedad, deleite o utilidad.

De todos los caminos que conducen hacia el amor de la mujer, el más recto es el de la piedad.

Las frases de piedad son una forma de mostrar respeto, compasión y amor por otra persona o situación. Estas frases son usadas como un medio para expresar el sentimiento de tristeza que uno siente por alguien que está pasando por los momentos más difíciles. La piedad es una cualidad importante que debe tener toda persona para poder ayudar a otros en sus horas más oscuras.

La mano del piadoso nos quita siempre honor; mas nunca ofende al darnos su mano el lidiador.

- ¿Qué ha sido de tu piedad?- Soy un conde, no un santo.

Tenemos un Cielo tan piadoso, que no envía el daño sin el remedio.

Si sólo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran ya muerto de hambre.

Piedad y obediencia: éstas son las raíces de la humanidad.

Muchas veces, en muchos casos, es una gran piedad no dar esperanzas.

Lo que la lluvia es para el fuego, la piedad lo es para la cólera.

Las almas acostumbradas a divulgar sus desdichas rara vez inspiran piedad.

Si no hubiera más piedad entre los pobres que entre los ricos, los mendigos hubieran muchas veces muerto de hambre.

Para purgarse de la propia infelicidad, el público se convierte en un espectador sediento de sangre, y cada uno saca de la violencia el bálsamo de la piedad, la atracción del sadismo o el remedio del dolor.

Los humildes, los mansos, los misericordiosos, los justos, los piadosos, los devotos pertenecen a una misma religión; y cuando la muerte los despoje de su máscara, se reconocerán los unos a loa otros, a pesar de las diversas libreas que aquí les hace mutuamente extraños.

No tengas sólo piedad de los ciegos y de los tullidos; tenla también de los malvados, que tienen la desdicha de ser inválidos de espíritu.

Pero yo tengo cierta confianza, porque el corazón justo y fuerte de las mujeres es siempre piadoso con la debilidad y la ignorancia del hombre.

- Deberías llevarte algo más.- ¿Qué te crees que soy? ¿Un vagabundo?

Conviene al poderoso para los infelices ser piadoso; tal vez se puede ver necesitado del auxilio de aquel más desdichado.

Señoras mías, tenedlo bien advertido y recordadlo siempre: vuestro mayor enemigo es la misma piedad vuestra, la cual os hace cometer la mayor parte de vuestros despropósitos.

Algunos suben al matrimonio por los peldaños de la honestidad, otros bajaron al mismo por los de la piedad.

El sentimiento que más difícilmente soporta el hombre es la piedad, sobre todo cuando la merece. El odio es un tónico, hace vivir, inspira la venganza; pero la piedad mata, acentúa más nuestra debilidad.

Este peca de tímido, aquél de osado; sólo el genio sabe ser en la serenidad osado, piadoso en la libertad.

La piedad es el único y adecuado alivio de la vejez. El que se hace viejo sin tener ninguna clase de esperanzas religiosas, a medida que declina hacia la senil imbelicilidad y siente amontonarse sobre si incesantemente sufrimientos y tristezas, se derrumba en un abismo sin fondo de miserias, en que cada nuevo pensamiento le sumergemás y más, y donde no encuentra sino nuevas gradaciones de angustia y nuevos precipicios de horror.

Los reyes jamás muestran piedad de nadie sino cuando tratan de hacer traidores.

El ángel de la piedad evita los caminos de la guerra.

La Ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley.

¡Quien necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie!

Piedad por el culpable es traición al inocente.

El piadoso cielo, socorre en las mayores necesidades.

¿Qué hace falta para ser indulgente? Mucha rectitud de criterio y un poco de piedad en el corazón.

El amor cruel es mentira. No hay amor donde no hay piedad. ¿Qué es el amor más elevado, sino una piedad devoradora?

Las indignidades de la estupidez y los desengaños de una pasiónegoísta no pueden inspirar mucha piedad.

El mar no tiene ni sentido ni piedad.

La generosidad no es más que la piedad de los espíritus nobles.

En el miedo extremo no hay piedad.

- Ten cuidado. Los de los suburbios no tienen piedad.- Exactamente eso es lo que quiero: ninguna piedad. A menudo me atiende el teléfono. ¿Sabes por qué? Porque se olvida. Entonces es cierto, no tiene especial compasión por mí. Solo es grande, corpulento, tiene dos brazos, dos piernas, un cerebro que funciona, está bien de salud. Todo el resto, ahora, hoy, en mi estado, como tú dices... de dónde viene, qué hizo antes, me importan tres cominos.

La piedad no constituye una religión, aunque ella sea el alma de todas; ni de quien solamente siente inclinaciones piadosas puede decirse que tiene religión, del mismo modo que tampoco puede afirmarse que un filántropo, por el hecho de serlo, tiene una patria determinada. No tiene patria ni es ciudadano de un país, sino quien está decidido a observar y a defender determinadas leyes, a obedecer a ciertos magistrados y a adoptar ciertas maneras de ser y de obrar.

Y quien dirija almas ha de ser ante todo una persona de oración. Para llevar las almas a Dios no basta un vago y superficial conocimiento del camino. Es necesario que él también lo recorra y conozca sus dificultades. Es decir, debe luchar por tener vida interior, trato con Jesús, piedad. Y con la piedad, la ciencia debida y el ejemplo. Ha de estar muy unido al Maestro que posee y comunica esa sabiduría divina.