Frases de Imprevistos

Todo lo que hay en la vida viene como un imprevisto.
Sirve al imprevisto como el sol al verano.
Estar preparado para los imprevistos es la clave para la sabiduría.
Los imprevistos son la diversión de la vida.
Los imprevistos son el alimento del espíritu.
Si no nos anticipamos a los imprevistos, si no esperamos lo inesperado en un universo de infinitas posibilidades podríamos hallarnos a merced de cualquier y de cualquier cosa que no pueda ser programada, etiquetada o clasificada.
Todo va bien, como la seda; y de pronto, estás bajo la lluvia viendo como se te destroza la vida.

La vida nos coge desprevenidos y nos obliga a caminar hacia lo desconocido cuando no queremos, cuando no lo necesitamos.
Lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir.
La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida.
Nadie es tan valiente que no se ve perturbado por algo inesperado.
Así es como se conoce realmente a las personas. En sus reacciones ante lo inesperado.

Tú eres algo inesperado.
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El guerrero que tiene mayor facilidad para adaptarse a lo inesperado es el que vive más tiempo.
La suerte es una flecha lanzada que hace blanco en quien menos lo espera.
Houston, tenemos un problema
Nada amo tanto como lo imprevisto.
En general lo más importante que nos ha pasado ha sido inesperado. Eso va desde la muerte hasta el amor, la amistad y tantas otras cosas. Uno nunca se imagina lo profundo, lo verdadero, lo más esencial no puede estar dentro de la imaginación que siempre es el pasado. Pero la vida siempre tiene cosas interesantes que nos depara cosas distintas todo el tiempo, inesperadas sobre todo.
Nunca se sabe qué encontrará uno tras una puerta. Quizá en eso consiste la vida: en girar pomos.

Nunca se puede decir de esta agua no beberé, porque la vida da muchas vueltas, y luego puedes tener mucha sed.
No hay duda que todo aquello que consideramos un mal, se hace más grave si sobreviene repentinamente.
Seguro está uno cuando no tiene temor ni a los inconvenientes del momento ni al desenlace de la comenzada empresa.
El amor es tan imprevisible como el destino.
No hemos de confundir la cruz con cualquier desgracia, contrariedad o malestar que encontramos en la vida.
Es asombroso lo rápido que las cosas pueden pasar de ser malas a ser una tormenta de mierda.
Ojo a la situaciones inesperadas. En ellas se encierran, a veces las grandes oportunidades.
Los males llegan volando y se alejan renqueando.
Lo que prevemos, raramente ocurre; lo que menos esperamos es lo que sucede generalmente.
No puedes planear de quién te enamoras. Ocurre.
Se supone que para eso son las vacaciones, haces lo inesperado...y tú eres definitivamente inesperado.

Las cosas de este mundo siempre te salen por donde menos te esperas. Precisamente por eso es interesante vivir.
La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.
Un golpe inesperado es solo estupefacción y sufrimiento.
Se aprende acerca de la vida por los accidentes que nos ocurren, una y otra vez.
Lo más bonito es lo imprevisto.