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Frases de Thomas S. Monson

Frases de Thomas S. Monson

Fue un líder religioso estadounidense y el decimosexto presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

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  • Los principios para vivir bien, incluyen la capacidad de encarar los problemas con coraje, las decepciones con alegría y los logros con humildad.



  • Para vivir en grande, debemos desarrollar la capacidad de enfrentar los problemas con coraje, la decepción con alegría y triunfar con humildad.



  • El comienzo de de vivir grandiosamente incluye la capacidad de encarar los problemas con coraje, las desilusiones con alegría y las pruebas con humildad.



  • La recompensa de una vida eterna requiere esfuerzo.



  • Estoy seguro de que el Señor, que toma nota de la caída de un gorrión, mira con compasión a aquellos que han sido llamados a una parte, aunque sea temporalmente, de sus preciosos hijos.



  • El pasado ha quedado atrás, aprende de él. El futuro está por delante, prepararte para él. El presente está aquí, vívelo.



  • Los principios para vida incluyen la capacidad de enfrentar los problemas con valentía, la decepción con alegría y las pruebas con humildad.



  • El futuro presentará problemas insuperables, solo cuando los consideremos insuperables.



  • Los principios de la vida incluyen en gran medida la capacidad de afrontar los problemas con valor, la desilusión con alegría y las pruebas con humildad.



  • Podemos elevarnos a nosotros mismos y a los demás también, cuando nos negamos a permanecer en el ámbito del pensamiento negativo y cultivar en nuestros corazones una actitud de gratitud.



  • Al levantarnos cada mañana, determinemos responder con amor y bondad a lo que se nos presente.



  • Una vez que haya experimentado la excelencia, nunca más se contentará con la mediocridad.



  • Cuando tratamos a las personas tal como son, ellas permanecerán como son. Cuando las tratamos como si fueran lo que deberían ser, ellas se convertirán en lo que deberían ser.



  • La fe y la duda no pueden existir en la misma mente al mismo tiempo, ya que una desplazará a la otra.



  • En medio de la confusión de los tiempos, los conflictos de consciencia, y el ajetreo de la vida diaria, una fe perdurable se convierte en el ancla de nuestras vidas.