<br>No bebo ni fumo, porque mi maestro me inculcó tres virtudes cardinales; limpieza en persona, limpieza en mente; templanza.<br>Templanza: no comáis hasta el hastío, ni bebáis hasta perder el sentido.<br>Hacía todo de un modo metódico y parsimonioso, como si no hubiera nada que no estuviera previsto para ella desde su nacimiento.<br>La paciencia es la ciencia de mantener la paz.<br>Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.<br>La madurez en el varón significa que ha reencontrado la seriedad que de niño tenía al jugar.<br>Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor.