Frases de Seduccion
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E apuesto un beso a que beso mejor que tú.
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Soy un huracán, espero que te gusten los desastres.
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Te espero atrás de la luna, ¡allá donde nadie nos vea!
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Si tú me provocas, yo te respondo.
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Ven, yo invito y juntos pagamos las consecuencias.
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Las tentaciones como tú, merecen pecados como yo.
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¡Quítame estas ganas de ti!
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Quisiera besarte hasta descubrir qué sabor tienen tus sueños.
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Te quiero así, a voz bajita y latidos altos.
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Últimamente tengo muchos antojos, ¡tú, por ejemplo!
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Tienes café en la mirada, eso explica por qué me quitas el sueño.
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Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo.
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¡Gástame los labios y desnúdame el pensamiento!
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Si mi vida fuera un libro, tú estarías entre mis mejores páginas.
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Si adivinas lo que estoy pensando, te lo doy en los labios.
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Yo no tengo la culpa de que me gustes; la culpa es tuya por tener todo lo que me encanta.
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Por tentaciones como tú, hay pecadoras como yo.
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Quiero ser ese lugar donde escapas cuando ya no sabes a dónde ir.
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Conmigo no te va a faltar amor; y si te falta, lo hacemos.
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A falta de flores, te traigo ganas.
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Eres como el vino tinto, ¡te me antojas a cada rato!
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¡Tienes un no sé qué, que me pone no sé cómo, pero que me gusta no sabes cuánto!
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Si con mis letras te seduzco, imagínate con mis caricias.
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Te amaré con la ternura de mis palabras y mi desenfrenada pasión.
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Tus caricias tienen el poder de llevarme al cielo y hacerme arder en el infierno también.
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Permíteme seducirte al ritmo de mis palabras, sentir tu cuerpo a suspiros y unir tus deseos a los míos.
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No me desees buenas noches, ¡dámelas!
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No te quiero en mis sueños, te quiero en mi cama y cerca de mí cada mañana.
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¿Piedra, papel o me besas?
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Mi comida favorita ¡son tus labios!
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Te voy a dar besos tan tentadores que acabarán en ardientes deseos.
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Al diablo la lotería, ¡tócame tú!
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Esta noche quiero que me castigues con todo el poder de tu pasión.
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No eres de mi propiedad, pero sí de mis ganas.
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Quiero perder el control en tus brazos y llenar mi alma de ti.
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Todo en exceso es malo, ¡menos tú!
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Tu piel tiene tanta fuerza que, aún en la distancia, toca mi memoria.
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Matemáticamente hablando, eres la suma de todos mis deseos.
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Tú y yo, tenemos muchos amaneceres pendientes.
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